“Supresión paga extra de Navidad para funcionarios”,
Rajoy.
Ppreocupados por la suerte del turrón y el juguete, tradicionalmente vinculados a la paga extra navideña, pilares básicos de la economía de su Comunidad, la troika valenciana: Carlos - Rita - Paco, para compensar su fulminante supresión acordada por el gobierno amigo, se propone hacer valer su influencia en Madrid, y ante el secretario episcopal -implicando en ello a san Vicente Ferrer-, para que sea trasladada la Navidad de este año al 18 de Julio, haciendo coincidir ese día con el alzamiento de la paga extra de julio, sagrada para el PP por razones ocultas.
Como tantas otras veces han encontrado un fiel aliado en Rguez. Feijoo, en Galicia, que aplaude la idea y se suma a la propuesta. Para aprovechar el "tirón" del Calixtinus, piensa, y, también, porque el tiempo acompaña en Galicia en estos momentos.
Para diciembre, ya con tiempo soleado y caluroso, se reservaría una gran ceremonia del Rey presidiendo personalmente la Renovación del Voto de Santiago,la celebración de la Traslación del Apóstol y, en esta oportunidad, también la del Códice.
Feijoo cree que ya sería demasiado tarde para celebrar de nuevo la devolución, pero en cambio sería una ocasión única para hacerlo como “La I Traslación del Codex Calixtinus” al nuevo emplazamiento de máxima seguridad que se le está preparando con cargo al Presupuesto de 2020.
A mayores, el presidente gallego, tratando de resarcirse del aún reciente fracaso ante la diplomacia vaticana en su intento de ampliación del último Año Santo, pondrá todo su empeño en agilizar el proceso legal en curso para que se puedan librar judicialmente los dos millones de euros recuperados en la misma operación policial, y que, de ese modo, sea el propio Rey quien, en la misma ceremonia, se encargue de depositar, junto al Sagrario del altar mayor de la Catedral, un Gran Cofre de plata y azabache, especialmente fabricado para la ocasión por los prestigiosos orfebres compostelanos de la plata y el azabache, conteniendo esa fortuna para el Apóstol.
El Presidente, paralelamente, está tratando de encontrar amistades comunes con el electricista más famoso del mundo de todos los tiempos que le faciliten convencerle para una colaboración entusiasta en el procedimiento judicial en curso. El tiempo apremia y cualquier dilación en los juzgados podría desbaratar la gran operación que él ha concebido.
Ni más ni menos que conseguir del Vaticano, ahora sí animado por tan emotiva ceremonia de retorno del dinero pródigo, que se declare el mes de Julio de Santiago, Mes Santo Perpetuo.
“Mes Santo Perpetuo Feijoo”, su gran sueño. Su nombre inmortalizado de esta guisa, como lo fue el del ministro Moscoso y sus famosos días, los más esperados del año para todo funcionario que se precie.
Por otra parte se podrían fabricar réplicas del Gran Cofre CC, de todos los tamaños, precios y usos: como joyero, hucha de ahorro, estuche de maquillaje, caja de incienso o de aromas, etc. que tendría una enorme demanda por parte de los peregrinos según un sondeo de mercado encargado por a Xunta, para resolver otro de sus problemas.
Asegura Feijoo que la fabricación de tales cajitas serviría para hacer realidad la recuperación industrial de Galicia, reconvirtiendo y garantizando ocupación plena, per secula seculorum, para los astilleros del sector naval de Ferrol y Vigo, que viven en crisis permanente desde la adhesión de España al MCE.
¿Increible?
Hombres de poca fe.
El fin del mundo en 2012,
según el calendario maya
podría ser el retorno de un dios
Las predicciones no aluden al apocalipsis, sino al regreso de Bolon Yokte, deidad de la creación y la guerra, según el último estudio antropológico
EFE / CIUDAD DE MÉXICO
¿Será eso?
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker,
al ministro español de Finanzas,
y tan contentos
Fernando Savater, premio Primavera por 'Los invitados de la princesa' El filósofo y escritor es galardonado por su novela de mirada irónica sobre la cultura y los usos sociales
EFE Madrid 29/02/2012 12:50
El filósofo y escritor Fernando Savater ha sido galardonado con el Premio Primavera de Novela por 'Los invitados de la princesa', una concatenación de relatos escritos al estilo de Chaucer o de Boccaccio en los que proyecta una mirada irónica y desenfadada sobre la cultura y los usos sociales actuales.
En la novela premiada, una crítica inteligente y llena de humor del mundillo académico y universitario, Xabi Mendia, periodista cultural de 'El Mundo Vasco', acude a un congreso internacional que se celebra en la isla de Santa Clara, un pequeño país insular en América Latina. Cuando su avión aterriza, la erupción de un volcán obliga a cerrar el espacio aéreo y los congresistas quedan aislados durante una semana, situación que coincide con "una amenaza difusa del grupo terrorista IRENE", que lleva a adoptar "medidas de seguridad extraordinarias", según se indica en la sinopsis de Espasa.
En nombre del jurado, Ángel Basanta dijo que la novela "está llena de guiños y complicidades" y es "una gran parodia" en la que Savater habla de cuestiones que le interesan mucho como la filología, la filosofía, la gastronomía y el terrorismo, que también afecta a los reunidos en la isla. Comentarios:
#3 bemsalgado 29-02-2012 13:41
Tal vez por fresco, lindo capullo de alhelí.
http://beminvitados.blogspot.com ---
#5 rubalchaconmal 29-02-2012 13:55
Para #3, bemsalgado:
Te intento leer, pero no te entiendo. Aprende a escribir melón, antes de hacer blogs. ---
#45 bemsalgado 29-02-2012 18:36
Para #5, rubalchaconmal
Escucha esto, te encantará:
"buche pluma namás, eres tú, buchipluma namás" Puro ritmo latino, sólo ritmo, que a nadie atraganta.
PD. Perdón, no me has dicho cuantas veces debo escribir "melón". Gracias.
Fernando Savater nunca ha escondido su apego por la tauromaquia. Nos ha hablado de su pasión por la lidia y por el alarde viril de los espadas, cuando hunden el estoque hasta la empuñadura en un herbívoro aterrorizado, pero nunca se ha atrevido a confesar que su sueño más ardiente es ocupar el lugar de la cabra de la Legión para desfilar entre aguerridos mercenarios de bravura sin igual. Savater ha llamado tontos a los indignados del 15-M y ha deplorado la buena fe de los bancos, que prestaron dinero con la sana intención de mejorar sus arcas y que ahora son injustamente difamados. Aficionado a la literatura juvenil, nunca soñó con ser Robin Hood, sino el infame sheriff de Nottingham, que celebra a carcajadas los desahucios y el apaleamiento de pobres e incautos.
Fernando Savater presume de educador, pero siente aversión por las aulas. Le molesta mancharse de tiza y que le lleven la contraria. Siempre se preguntó por qué tenía que justificar su sueldo delante de una pizarra, a veces a costa de perderse las carreras de Ascot. Felizmente jubilado, se pasea por las universidades de verano, engordando sus bolsillos, mientras increpa con la misma saña a izquierdistas, abertzales, pacifistas, animalistas, antitaurinos, vegetarianos, veganos, utópicos y solidarios. Savater admira a José María Aznar y a María San Gil. Le gusta su estilo pijo, sus fulares de El Corte Inglés, su contundencia antidemocrática y su heroísmo de cartón piedra. Le gusta la realeza, le gustan las testas coronadas, los sombreros de fantasía y las levitas rojas de la caza del zorro. Anhela ejercer de bufón de palacio, halagando los oídos de Letizia Ortiz, repitiéndole una y otra vez que la cirugía plástica ha hecho un milagro con su nariz de bruja de los hermanos Grimm. Confía en que la edad le permita ser un cortesano en la corte de Felipe VI, enlazando un chascarrillo tras otro, recordando al Jefe del Estado que “la tortura sí que es cultura, qué va a ser si no, lo mismo que los misiles tierra-aire o el espionaje industrial”.
Al igual que Jiménez Losantos, Savater es un incansable creador de aforismos: “el toro no quiere ser lidiado, ni la gallina poner huevos para alimentarnos”, “los indignados deben ser desalojados por la policía y nada más”, “los independentistas vacos son muy descerebrados y suelen concentrarse en las universidades, llenas por desgracia de gente ociosa e ignorante”, “me he divertido mucho con el terrorismo, me ha dado quince o veinte años más de juventud; sin él me habría dedicado a mis libritos”, “¡Catalunya prohíbe los toros! ¡Quieren restablecer la Inquisición! No resuelven los problemas y nos quitan las satisfacciones”, “cualquier concejal del PP en el País Vasco ha hecho más por la defensa de las libertades constitucionales que los intelectuales que luchan contra la derechización del mundo”, “hoy ser falangista tiene bastante peor reputación que ser comunista, aunque puedan sustentarse históricamente reproches contra ambas ideologías”, “¿qué c… colirios quieren los empeñados en pedir justicia histórica (¿?) para las víctimas del franquismo. Francamente, vaya lata que dan”, “con el tiempo desaparecerán los internautas, esa autoproclamada vanguardia neoleninista que considera que Internet es su cortijo”.
Es indiscutible que Savater es un gran pensador, un intelectual de la envergadura de Carlos Sostres y Juan Manuel de Prada, pero con esa vocación iconoclasta que le acerca a las explosiones de creatividad de Lucía Etxebarría. A pesar de la diferencia generacional, el porvenir les reserva el mismo párrafo en los libros de texto, que incluirán una nota explicativa, aclarando que todos crecieron bajo la inspiración de los hermanos Malasombra (los malvados pistoleros enlutados de Los Chiripitifláuticos, programa infantil de la televisión franquista). Los cuatro fantasearon con imponer su ley en un salón del Salvaje Oeste, pero su proverbial cobardía (“yo nunca torearía” -reconoce Savater- “me daría mucho miedo”) les ha condenado a chapotear en el cieno de los debates televisivos y las columnas periodísticas, donde le hacen la competencia a John Cobra y al Borbón destemplado que pidió silencio a Hugo Chávez con unos modales deplorables. Savater ha ensayado delante del espejo el “¿Por qué no te callas?”, pero su espejo es tan impertinente como el de la madrastra de Blancanieves y le contesta que no le da la gana.
Fernando Savater tiene muchos amigos. Esperanza Aguirre le agradece que ya no pida el voto para el PSOE. El ABC celebra que haya declarado que el término “Euskal Herria” es “una chorrada” inventada por nacionalistas. La Guardia Civil le ha invitado a encasquetarse un tricornio, imitando a Benedicto XVI, pero Savater ha respondido que –si el valor le acompañara- se pondría una montera para tentar la suerte y que nada le haría más ilusión que brindarle un toro a María Dolores de Cospedal. “Me emocioné cuando la vi en la fiesta del Corpus Christi con peineta”. Savater no es un simple filósofo. Es un inventor de la talla de Thomas Alva Edison. Es el creador de un instrumento de alta precisión llamado “tontómetro”. En aras del bienestar de la humanidad, asumió los riesgos de probarlo por vez primera consigo mismo y obtuvo unos resultados excelentes. Su cerebro se situó en los niveles máximos. Su entrañable amigo José María Aznar, siempre dispuesto a sacrificarlo todo por España, se sometió a las mismas pruebas y le superó por unas décimas. Ricardo Sanz de Ynestrillas declinó el honor, pero les envió su solidaridad incondicional y un ejemplar dedicado de su autobiografía: Ynestrillas. Crónica de un hombre libre. Savater prometió añadir un epílogo titulado: Savater. Crónica de un españolista contrariado, donde hablaría de su amor al rojo y gualda y de su inquina hacia los "rojo-separatistas" que ahora se disfrazan de "perro-flautas". Por cierto, corre el rumor de que ha colaborado en el último anuncio de Intereconomía, su cadena favorita.
Me han dicho que Fernando Savater está pasando las vacaciones en Ronda. Allí se encuentra escribiendo un librito sobre su admirado Millán Astray y paseando por las afueras del acuartelamiento de la Legión Española, canturreando a media voz: “Soy un novio de la muerte…”. Es cierto que de joven escribió Las razones del antimilitarismo y otras razones, pero ¿quién no se equivoca en sus inicios? Siente que por fin ha recuperado su infancia y se imagina a sí mismo con guantes de legionario, camisa desabotonada hasta el pecho y la gorrita verde con la borla roja, oscilando como un péndulo. Si no lo aceptan en el Tercio por la edad y el sobrepeso, ya ha decidido que se disfrazará de cabra y trotará sin complejos entre la tropa, sin preocuparse del qué dirán. Y si tampoco eso cuela, llamará a Vargas Llosa y a Miguel Boyer para pasar unas semanas en una clínica de adelgazamiento de Marbella.